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Tapa 866 Atucha

 

CONSTRUCTIBILIDAD

Finalmente un conjunto de proyectos no construidos y que  fueron desarrollados durante la primera década del siglo XX, han estimulado la actividad arquitectónica desde el moderno hasta nuestros días.

 

La arquitectura se verifica en el hecho construido”, esta frase del maestro Louis Kahn formó parte del decálogo que me acompañó en los primeros años de mi formación universitaria. Siempre me impactó por su contundencia e implacabilidad casi bíblicas.

Sin embargo, a medida que iba progresando en el conocimiento de nuestra disciplina, me fui dando cuenta de que cuanto mayor conocimiento adquiría menos certezas formulaba, por lo tanto, debía poner en su justa medida esta “verdad revelada”.

Esta posición plantea la necesidad de “humanizar el dogma”, de colocar estos argumentos en un contexto más amplio, más empírico y menos teórico.

Por ejemplo si tomamos la frase de Luis Kahn y la volcamos al contexto actual podemos decir, sin temor a equivocarnos, que hoy prácticamente todo se puede construir. La técnica y la tecnología se han desarrollado hasta tal punto que son escasamente restrictivas. En este sentido, si prácticamente todo es posible, ¿todo lo que se construye acredita ser arquitectura? Queda claro, entonces, que Louis Kahn no desafiaba a la técnica con aquella formulación sino que apuntaba a la esencia misma de la arquitectura, a ese carácter de la Arquitectura que la hace tal, que construye, por oposición a lo que destruye. Esa condición específica a la que Khan se refería es la Constructibilidad.

La Constructibilidad es su carácter constructivo. Implica que lo que proyectemos puede  estar destinado a ser fabricado o edificado, ya sea hoy y con nuestros medios, o en la fantasía de un futuro utópico, o de un pasado irrecuperable. (1)

“De un tiempo a esta parte, los materiales y la construcción han alcanzado un estatus privilegiado en la definición de la forma arquitectónica.

Parece ser que es un momento particularmente permisivo, que como tal corre el riesgo de la arbitrariedad y la irrelevancia propia del formalismo vacío, se espera que la concretitud y precisión de las leyes que gobiernan la materia, acoten el espectro de posibilidades de un proyecto.

Sin embargo, dado que sólo donde hay reglas hay libertad, el verdadero interés de atender a la materia está en su capacidad de volver a dar sentido a la tarea del arte que consiste en hacer siempre lo mismo, pero nunca igual. Esta antología intenta entonces por una parte aprender de aquellas experiencias en que la buena construcción da consistencia a las obras y, por la vía ejemplar, mostrar que la vanguardia y el sentido común podrían formar parte de un mismo impulso”. (2)

Esta lúcida lectura que el arquitecto Alejandro Aravena hace del presente de la disciplina no hace otra cosa que poner en evidencia el divorcio conceptual que existe entre las ideas y su materialización.

El programa, la forma, el lugar, o en este caso los materiales y la construcción, más que el objetivo de una obra deberían ser sus herramientas, y el trabajo del arquitecto debería contribuir desde su saber específico a una pregunta común y por medio de su instrumento predilecto, el proyecto, contribuir a sintetizar esta problemática.

Lo que debiera caracterizar a la síntesis arquitectónica es que ella no responde linealmente al diagnóstico, no es la formalización de un estado de cosas, sino la formulación ajustada de una posibilidad. (2)

Lo que amplía singularmente la definición del maestro Kahn es que esta “formulación ajustada” ya no necesita ser construida para ser verificada, sin embargo para que esta propuesta sea validada arquitectónicamente como tal deberán estar definidos y expresados todos sus aspectos proyectuales, tectónicos y materiales.

 

  1. “Antes de la idea”. Carlos Campos, arq., Bisman Ediciones.
  2. 2. “Material de arquitectura”, Alejandro Aravena arq., Ediciones ARQ, Chile.

 

VANGUARDIAS INSPIRADORAS

La historia de las vanguardias arquitectónicas es un claro ejemplo de esta condición.

Las 101 composiciones en color y las 101 en blanco y negro denominadas “Fantasías Arquitectónicas” que Iakov Chernikhov (1) realizara desde 1925 a 1933, el trabajo desarrollado desde 1904 por Tony Garnier (2), “Une Cite Industrielle” (Una Ciudad Industrial), finalmente publicado en el año 1917, o la serie de bocetos y proyectos realizados por el arquitecto italiano Antonio Sant´Elia (3) denominados “La Cita Nuova” (La Ciudad Nueva), durante 1913 han sido los trabajos que más han estimulado e influenciado la actividad arquitectónica desde el moderno hasta nuestros días, a pesar que ninguno de ellos fue construido en su tiempo.

Estas poderosas imágenes no fueron solo una representación del imaginario de un grupo de arquitectos de la época sino que, como vemos en los dibujos que ilustran esta nota, son el resultado de una profunda reflexión acerca de la condición material de esos proyectos.

Estos proyectos han generado nuevas miradas, formulado nuevas preguntas y abierto nuevos horizontes para la “producción material” de la arquitectura del siglo XX y XXI.

Estas producciones, en todos los casos, impulsan la cultura de los problemas arquitectónicos con la frescura de los nuevos pensamientos, en transición a nuevas fases de la creatividad arquitectónica  y como una herramienta concreta en el trabajo del diseño real.

Como bien lo definiera el filósofo Theodor Adorno: “La fantasía arquitectónica se expresa cuando determinadas formas y espacios con significado, se construyen con ciertos materiales y procesos productivos para dar cumplimiento a finalidades que provienen de la sociedad”.

 

  1. Iakov Chernikhov, (1889-1951), arquitecto nacido Ucrania, Rusia. Produjo cerca de 17.000 dibujos que ejercieron una de las mayores influencias dentro del movimiento denominado Constructivismo.
  2. Tony Garnier, (1869-1913) arquitecto nacido en Lyon, Francia. Influenciado por los textos de Emile Zola y las ideas de descentralización de Pattrick Geddes (1854-1932) proyectó una ciudad ideal para 35.000 habitantes.
  3. Antonio Sant´Elia, (1888-1916), arquitecto nacido en Como, Italia. En 1914 publica el Manifiesto de la Arquitectura Futurista y sienta las bases de ese movimiento.
  4. Theodor Ludwig Wiesengrund Adorno,(19031969), filósofo alemán. Fue uno de los máximos representantes de la Escuela de Fráncfort y de la teoría crítica de inspiración marxista.