DSC_9075

DSC_9074

DSC_9076

M3

Alt. Título 1
REFLEXIONES SOBRE EL ESPACIO EN LA ARQUITECTURA
Alt. Título 2
UNA EXCUSA PARA REFLEXIONAR SOBRE EL ESPACIO

“¡Qué amplio es este dormitorio! ¿Cuánto mide? ¿3 x 3?”
Más de una vez nos hemos encontrado frente a este cuestionamiento que no hace más que poner de relieve la cuestión dimensional de la arquitectura, o mejor dicho, el problema de cómo perciben las personas las medidas de los espacios. Si reunimos a un grupo de amigos en un mismo ambiente y les preguntamos qué medidas tiene, seguramente recibiríamos distintas respuestas y casi ninguna acertada, lo que denotaría inmediatamente esta situación.
También es interesante resaltar que la percepción dimensional siempre está enmarcada en la bidimensionalidad: el clásico “3 x 3” nunca incluye la tercera medida del espacio como condición que pueda alterar esa sensación física. Tal vez esto suceda porque la especulación en la arquitectura ha fijado un estándar de altura de los lugares que habitamos que ha atrofiado nuestra capacidad de preconcebir espacios de otras proporciones y magnitudes. Lo explica claramente el hecho de que cuando visitamos museos, iglesias y demás edificios desvinculados del programa de la vivienda, la confrontación con esos espacios concebidos en otra escala sea el impacto más destacado y valorado.
Detengámonos por un instante en esta concepción del espacio en metros cúbicos y veamos cómo algunos arquitectos han elaborado sus estrategias proyectuales a partir de esta noción fundamental.
Uno de los caminos elegidos por los arquitectos para desarrollar esta concepción espacial de sus obras ha sido la abstracción. Las analogías que presentan algunos espacios de obras actuales con los de otras épocas o con los propuestos por artistas de otras disciplinas, sobre todo de las artes plásticas, confirman esta afirmación. La semejanza de las propuestas espaciales de la escultura Jaula (1931), de Alberto Giacometti, del monumento de Le Corbusier para la exposición londinense “Ideal Home” (1938-1939) y del proyecto de Rem Koolhaas para la biblioteca de Francia (1989), por ejemplo, remiten a la idea del contenedor y los elementos “flotando en el vacío”. El vacío es el “material” que construye estos espacios y el montaje entre lo orgánico y lo estructural son las herramientas que lo modelan. Este nuevo universo hace difícil precisar las medidas percibidas, convierte el aspecto bidimensional en el menos relevante y acentúa toda su expresividad en la tercera dimensión, en este caso la altura.
Este campo ha sido explorado con diversos matices en las viviendas tipo dúplex; efectivamente, al contar con muy poca superficie útil, es necesario focalizar la riqueza espacial en esta tercera dimensión.
Un caso que pereciera contradecir esta lógica vertical es la vivienda proyectada por los arquitectos Amette y Busnelli en San Carlos de Bariloche. Teniendo al techo como único cobijo, el cerramiento se define con la utilización de paños vidriados de piso a techo. Esta caja transparente, solamente interrumpida por cuatro esbeltas y angostas piezas de madera que constituyen las únicas aberturas, parece conspirar contra el concepto tradicional de materialidad; sin embargo, madera y vidrio respetan el mismo filo exterior y ponen en valor el rigor conceptual de la caja. En el interior, todo es inmensidad: la pérdida de la sensación física de los límites del espacio juega, otra vez, en contra del sentido dimensional de la arquitectura. En este caso, la tercera dimensión es la horizontal.

¿Metros cúbicos de aire o metros cúbicos de ladrillos?
Otro de los caminos elegidos es la materialización, entendida como punto de partida y, a la vez, como concreción de la obra. Como lo expresa tan claramente Jesús María Aparicio Guisado: “La idea es la creación, es la fecundación del alma de la materia. La arquitectura nace de la idea y de la materia. Estas son las partes constitutivas de la arquitectura. La idea está vinculada a lo universal de la arquitectura, mientras que la materia está más unida con lo particular de la misma; por lo que podríamos decir que idea y materia son las puertas del entendimiento arquitectónico y que entre ellas discurre el camino de la emoción”.1
Cuando hablamos de materia no sólo nos referimos a los materiales tradicionales, sino también a conceptos estructurales, pieles, vacíos, luz; es decir, todo aquello que puede construir-levantar nuestras ideas. Un claro ejemplo de esta visión es el edificio de viviendas proyectado por el arquitecto rosarino Rafael Iglesia, a partir de una concepción netamente estructural. El espacio fluye a través de la construcción, poniendo en crisis estas cuestiones dimensionales, pues el espacio interior se construye con la vista del parque y del río Paraná. “La vista es aumentada por memorias o reflejos de un sitio que parece más grande.”2
Otro caso donde la relación entre exterior e interior altera la percepción y la calidad del espacio es la vivienda proyectada por el estudio de los arquitectos Becker y Ferrari. Apoyados en la fuerte presencia material del ladrillo han desarrollado una importante investigación sobre las posibilidades de expresión de este material. Siguiendo la tradición constructiva del uruguayo Eladio Dieste, el material pierde su autonomía de partes para expresar un todo más complejo, una membrana, una superficie que deja ver u opaca, que encierra o abre los espacios confiriéndoles cualidades dimensionales únicas.

La arquitectura puede modelar un equilibrado entrelazamiento del espacio y el tiempo, puede cambiar nuestra manera de vivir.3 El espacio consigue traducir, a través de elementos reales y sensibles, las ideas que genera toda arquitectura. Relacionando espacio, forma y luz, la arquitectura eleva la experiencia de la vida cotidiana a través de los múltiples fenómenos que emergen de los entornos, programas y edificios concretos. Allí radica su importancia trascendental y su desafío. Pensemos en metros cúbicos.

Arq. Roberto R. Busnelli
Buenos Aires, 11 de febrero de 2005

Notas
1. José María Aparicio Guisado, El muro, España, Universidad de Palermo, Librería Técnica CP67 y Asppan, 2000.
2. Ann Pendleton-Jullian, Work of Contemporary Chilean Architects, Santiago de Chile, Escuela de Arquitectura de la Universidad Católica Pontificia de Chile, 1997.
3. Steven Holl, Entrelazamientos, Barcelona, Gustavo Gilli, 1996.

Nombre Publicación: 90+10 Año 1 nro 2
Editorial: Gonzalo Farras
Ciudad: Buenos Aires
País: Argentina
Fecha publicación: Marzo/Abril 2005
Número de páginas: 66