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“Toda cosa en la cual, como en un sujeto, está ínsto algo, o sea, por la cual existe algo que concebimos, es decir, alguna propiedad, cualidad o atributo del que tenemos en nosotros una idea real, es llamada sustancia. Pues la única idea precisa de sustancia que tenemos es la de que se trata de una cosa en la cual existe formal o eminentemente lo que concebimos, o sea, lo que está objetivamente en alguna de nuestras ideas, pues la luz natural nos enseña que la nada no puede tener atributo alguno real.
La sustancia en que está inmediatamente ínsito el pensamiento es llamada aquí espíritu. Con todo, tal nombre es equívoco, dado que a veces se le atribuye al viento o a licores muy sutiles; pero no encuentro otro mejor.
La sustancia que es sujeto inmediato de la extensión y de los accidentes que presuponen extensión, como la figura, la situación, el movimiento local, etc., se llama cuerpo.”
René Descartes: Meditaciones metafísicas. 1

I
Esta publicación reúne los momentos más relevantes del trabajo que mi oficina ha realizado en los últimos quince años. La selección de estas obras obedece a que cada una ha contribuido, en su momento, con la reflexión que hemos intentado producir en nuestro estudio mas allá de la importancia específica que cada trabajo ha tenido en relación al sitio, la escala y los programas.
Siempre se dice que los comienzos son difíciles, en este caso la dificultad radicó en que era mucho el campo que había por explorar, hay muchas preguntas que formular, muchas respuestas que verificar y algunas, pocas, conclusiones por aseverar. El orden con el cual se presentan estas obras es cronológico y confirma este proceso iniciado apenas me gradué en la universidad.

II
El proyecto realizado en el taller de arquitectura experimental dirigido por Peter Eisenman en Buenos Aires focaliza la problemática urbana y arquitectónica en el espacio. Al atravesar el espacio de una ciudad, nos desplazamos por una red de perspectivas superpuestas en movimiento. A medida que nuestro cuerpo avanza, se abren y cierran las vistas, las perspectivas palpitan. En los complejos espacios de la ciudad moderna, los edificios no son tanto objetos como visiones parciales que forman un continuo en perspectiva. 2  Espacio público y espacio privado (habitat) entendidos a partir del metro cúbico, un espacio que fluye haciendo cada vez mas ambiguos los límites que lo definen, poniendo en valor la influencia que tienen ciertos procesos multidisciplinarios, arte y literatura en este caso, en la definición del espacio arquitectónico. Traduciendo estos procesos para la formulación de una lógica proyectual-constructiva, un estadio intermedio entre lo que pregonaban el filósofo Jaques Derrida y el arquitecto Tomás Maldonado en su célebre ensayo “¿Es la Arquitectura un texto?”. 3 El texto como argumento espacial, NO como justificación formal, una secuencia de espacios caracterizados como en un guión cinematográfico. El texto como caracter, como espíritu.

III
El edificio ubicado en la calle Cabello continua la reflexión sobre el espacio urbano poniendo énfasis en las relaciones de vecindad y su importancia a la hora de construir el tejido de la ciudad. Nuevamente la ambigüedad entre espacio público-privado es la cualidad que define sus límites, en este caso el acceso al edificio.
A partir de este concepto, el edificio toma una “dimensión urbana” que trasciende sus propios limites: el edificio es cuerpo, es ciudad, el edificio participa en la conformación morfológica de la ciudad.

IV
“Las ideas cultivadas a partir de la primera percepción del sitio pueden conformar la trama de una invención.“ 4
“Entenderlos, aprender a escucharlos para conocer sus propias leyes y operar dentro de ellas pasa a ser la tarea del artista tanto en el ámbito de lo natural como en lo de lo artificial. El genius locus, o los genios del lugar, nos dan el primer referente de una técnica proyectual basada en atender y estudiar las condiciones del lugar para establecer los criterios de intervención, ya no como una imposición sino como un diálogo entre hombre y naturaleza. Epístola de Alexander Pope a Lord Burlington 1731 en la que nombra a los genios del lugar de Virgilio en la Eneida”  5
Las viviendas realizadas en San Carlos de Bariloche se explican a partir de la relación que establecen con el lugar donde se implantan. El entorno-situación son tanto objeto y sujeto, existencia y esencia, cuerpo y espíritu.
Su presencia define muy claramente la huella del hombre y la arquitectura como hecho cultural; explica el lugar, su estructura material, su tradición constructiva y su topografía escabrosa.
En el interior ya no es la arquitectura, es el lago, el agua, las montañas lejanas, las aves y el viento, que nos hacen olvidar el fuerte impacto inicial de la arquitectura.

V
La arquitectura ha de permanecer en el ámbito de lo experimental, abierta a nuevos valores e ideas. Enfrentada a las fuerzas tremendamente conservadoras que la impulsan hacia lo probado, lo ya construido, lo ya pensado, la arquitectura debe explorar lo aún no sentido. Este es el terreno en el que se mueve John Hejduk a sus anchas, poniendo en crisis los límites del lenguaje arquitectónico en un juego múltiple de sutiles insinuaciones y símbolos misteriosos. La tarea fascinante de decodificar esas “máscaras” fue el intenso trabajo desarrollado en este taller para la “construcción” de una arquitectura experimental. Aquí la palabra construcción adquiere todo su valor fenomenológico, ya que implica que sin importar cuáles fueron sus modos o si la obra fue diseñada para ser construida o no, sus componentes guardan un conjunto de relaciones sintácticas que los vinculan, que definen la esencia de esa nueva entidad.

VI
“Raras son, o ninguna, las veces que encontramos definido el carácter, pero en general se pretende decir que debe ser, a un tiempo, la impresión de la individualidad artística y la expresión, simbólica o funcional, de la finalidad a la que el edificio esta destinado.” 6
Un servicio religioso en Mishkán no es un mandato de Dios ni estrictamente de la ley judía, sino que teniendo como base la liturgia reformista es una especie de laboratorio de la experiencia de lo sagrado, desde un piso kabalístico, tradicional y moderno; juego de equilibrista que nos lleva a conocer el abismo de ese Otro Eterno, de ese otro que es un tú, de ese otro que soy yo mismo, juego entre la otredad y la mismidad. Arribo a la belleza de la vida tanto a través de lo terrible como de lo fascinante. Siempre tratando de comprender, y de ser sorprendido y encontrado y perdido en la religiosidad más que en la religión institucional.
El programa, la forma, el lugar, el espacio, los materiales y la construcción, más que el objetivo de una obra deberían ser sus herramientas.
El trabajo del arquitecto debería contribuir desde su saber específico a una pregunta común y por medio de su instrumento predilecto, el proyecto, contribuir a sintetizar esta problemática. Lo que debiera caracterizar a la síntesis arquitectónica es que ella no responde linealmente al diagnóstico, no es la formalización de un estado de cosas, sino la formulación ajustada de una posibilidad. 7

VII
La técnica y la tecnología se han desarrollado hasta tal punto que son escasamente restrictivas. Sin embargo a pesar de que prácticamente todo es posible, no todo lo que se construye acredita ser arquitectura.
En cada sustancia hay un atributo principal, como el pensamiento en la mente y la extensión en el cuerpo. Pero aunque se conozca la sustancia a partir de cualquier atributo, cada sustancia tiene una sola propiedad principal, que constituye su naturaleza y esencia, y a la cual se refieren todas las demás. 8
Esta actitud deriva de nuestro interés en el detalle como concentrador de la información genética de la obra, el ADN del diseño. Dentro de esta manera de pensar, el detalle mantiene una relación orgánica con las posibilidades morfológicas de un diseño. Para nosotros el detalle concentra la síntesis conceptual de un sistema arquitectónico. El sistema se verifica en la manera que establece una relación con el programa del edificio, su estructura, su realidad material o la lógica espacial del proyecto esencialmente incluyendo la mayor cantidad de contingencias en el sistema para que sea inevitable e inmutable.
Esta interpretación crea “áreas”, no “momentos”, Establece grandes órdenes de los que emergen permutaciones; resistiendo una interpretación mas estrecha de su singularidad. Tampoco se basa en la excepcionalidad de el; por el contrario, esta interpretación trata de radicalizar la manera en que un detalle, a manera de sistema, cuando esta combinado con una lógica material, conspira para producir varios y contradictorios efectos arquitectónicos. 9

Citas
1 René Descartes: Meditaciones metafísicas. Respuestas a las segundas objeciones, Edición de Vidal Peña, Madrid, Alfaguara, págs. 129-130.
2 “Entrelazamientos”, Steven Holl, Gustavo Gili s.a., Barcelona, España, 1996.
3  Tomas Maldonado, arq. “¿Es la Arquitectura un texto?”, Revista El Paseante, Nro 17, Ediciones Siruela s.a., Madrid, España, 1990.
4 “Anchoring”, Steven Holl, Princeton Architectural Press, NY, 1989/1991.
5 “Atlas pintoresco, vol.2: Los viajes”, Iñaki Abalos, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 2008.
6 Colin Rowe, “Carácter y Composición, o algunas vicisitudes del vocabulario arquitectónico del siglo XIX”, Editorial Gustavo Gili, Barcelona, 1978, pag.63-90.
7 “Material de arquitectura”, Alejandro Aravena , arq. Ediciones ARQ, Chile.
8 René Descartes: Los principios de la filosofía I. Edición de López y Graña,  Madrid, Gredos 1989, pág. 55.
9 “Office dA”, Monica Ponce de Leon & Nader Tehrani, Contemporary World Architects, Rockport Publishers, Gloucester, Massachusetts, 2000.